La llegada de la edad moderna trajo consigo nuevos modos de ver y comprender la realidad, descubrimos que los astros no eran dioses o que la tierra era redonda, el interés en la búsqueda del conocimiento fue reemplazado por la búsqueda del conocimiento exacto y verdadero. Es decir mediante experimentación y demostración matemática se logra la verificación empírica de una teoría científica. El problema recae en la misma modernidad que asume con equivocación que de una serie de eventos se puede inferir que el resultado será el mismo, la también llamada especulación no solo es la madre de los vicios sino que es por esta por la que se cometen desde los más simples hasta los más atroces errores.
El dar por garantizado un resultado es el error que muchos cometemos y no es algo reprochable pero te puede costar caro, todos asumimos que lo que pasó antes pasará de nuevo, sin algún sustento empírico esto se convierte en especulación pura y dura. Los economistas son los reyes de la especulación, te venden la esperanza a cambio de una recompensa monetaria, se esfuerzan desde su base prima, que es la econometría, para intentar predecir el futuro. No me malinterpreten, soy economista y la gran parte del tiempo el hacerle caso a tu asesor financiero te ayudará en algún momento de incertidumbre o crisis. Y existen muchas formas de cómo puede salir mal una predicción teniendo en cuenta la especulación como un factor, por ejemplo:
Jean-Pierre, un inversionista francés, decide empezar un negocio de producción de vino, ya que se enteró de la gran demanda de vino en el país, incluyendo el bajo precio de los insumos, el estudio del mercado y su deseo personal de hacer realidad su negocio propio. Como era de esperarse el negocio crece y Jean-Pierre confía en que invertir aún más es lo correcto, aumenta los costos con la esperanza de incrementar su utilidad, nada deberia salir mal. Hasta que en un dia cualquiera, en un show muy sintonizado de la televisión sobre nutrición se lanza la siguiente afirmación: "el consumo de uva o derivados incrementa el riesgo de diabetes" Esta afirmación puede ser verdadera pero lo que no se sabía era el impacto que tendría. El resultado a largo plazo fue el quiebre de la empresa de Jean-Pierre por la poca demanda de vino.
Este solo es un caso de lo frágil y maleable que puede ser el futuro, tener confianza es una cosa pero tener la seguridad es otra. Aunque existen muchos otros factores, desde el ingreso de un nuevo competidor o una crisis económica que son tal vez previsibles, nadie preveía que un inocente comentario desataría tal impacto económico. Y teniendo en cuenta que Jean-Pierre cometió el error de la no diversificación (invertir en la producción de algún otro producto en caso que falle el primero) para reducir el riesgo, existe algo que es totalmente impredecible. La razón principal por la que los cálculos econométricos, la estadística y el sentido común falla en gran parte de las predicciones finacieras y esta es el comportamiento humano.
El comportamiento humano es totalmente impredecible y esa es la razón por la que los análisis futuros o predicciones económicas y sociales se equivocan en la mayoría de los casos. El 70% de los economistas falla al predecir el precio futuro del barril de petróleo y es porque los número no cuantifican las decisiones del presidente de Los Emiratos Árabes Unidos o alguna guerra o incluso algún invento tecnológico que sustituya a este combustible, las podrían prever pero no garantizar.
Para garantizar el menor error posible siempre se utilizará la misma fórmula, reducir el riesgo, reduciendo los factores que involucran el resultado final. Mientras más factores están involucrados mayor es la probabilidad de fracasar, pero si capitalizas esos factores mediante la diversificación también disminuyes el riesgo. Teniendo en cuenta que este dilema del comportamiento humano fue incluido en el pensamiento económico de la Escuela Austriaca, en el que se agregó a la ecuación la praxeología en sus estudios e investigaciones. Es imposible predecir el futuro y aunque esto no se restringe a la economia, todos intentamos hacer caso omiso y caer en la especulación, es la inercia combinada con negligencia intelectual la que nos hace entrar en este vicio, en el que damos por sentado una posición sin ver o poder ver mas alla de nuestro circulo.